Cómo superar el miedo a volar

Uno de cada 3 adultos sufre algún tipo de ansiedad o miedo a la hora de tomar un avión según un estudio publicado por la compañía Boeing.

El miedo a volar o aerofobia se puede deber a diversos motivos: la sensación de claustrofobia por estar en un lugar cerrado desde el que no se puede salir o escapar, el miedo a la altura, el miedo a morir...

La intensidad del miedo también puede ser muy variable. Por un lado, encontramos a personas a las que no les hace gracia volar pero que, con un poco de motivación, incluso con la ayuda de algún fármaco tranquilizante, pueden viajar en avión; por otro, están los que ese miedo les impide incluso imaginarse sentados en un avión.

Los síntomas más frecuentes suelen ser los mismos que para cualquier otra situación que provoque un cuadro de ansiedad: sensación de mareo, dificultad para respirar con tranquilidad, taquicardia, sudoración, tensión muscular, etcétera.

¿Cómo superarlo?


La mejor manera de superar el miedo a volar es con una terapia ajustada a cada caso individual. Como las causas del miedo pueden ser diversas en función de la persona, también las terapias han de ser individuales y no sirven las recetas-milagro para superar el miedo en dos días.

La terapia se puede hacer en un centro de psicoterapia o también, en algunos casos, las compañías aéreas ofrecen cursos para tratar el miedo a volar, impartidos por psicólogos especializados que a parte de la terapia incluyen información sobre aeronáutica, simulación de vuelo y vuelo real.

Consejos para ir más tranquilo


En el caso de que tengas que volar y todavía no hayas podido hacer una terapia aquí tienes algunos consejos para ayudarte a llevar mejor la ansiedad ante el vuelo.

Organiza el viaje y el equipaje con antelación para que no tengas situaciones estresantes de última hora.
Intenta dormir bien la noche anterior para ir al vuelo fresco y descansado
.
Ve al baño antes de subir al avión, pues una vez dentro puede pasar un rato largo hasta que te dejen levantar.

Intenta situarte en el pasillo para poder moverte y no mirar por la ventana.

Si puedes, viaja con alguien de tu confianza para que te transmita serenidad durante el trayecto.

Ten a mano agua y caramelos o galletas durante el viaje. Los hidratos de carbono y el agua ayudan a reducir la ansiedad y a diluir la adrenalina.

Lleva algo para hacer o para leer. Mantener la mente distraída te ayudará a no obsesionarse con cada ruido y cada detalle.

Durante el despegue, o en cualquier momento de viaje en el que sientas mucha ansiedad, trata de respirar de manera calmada, expirando lentamente por la boca e intenta relajar los músculos con cada expiración.

Por último relájate, piensa en los aspectos positivos que te esperan al final del vuelo y disfruta, en la medida de lo posible, del viaje.

Fuente:noscuidamos.com

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