"Onicofagia" o comerse las uñas

El hábito de comerse las uñas es conocido “onicofagia”, y es considerado una autoagresión producto de la ansiedad, estrés y depresiones por lo que no se cura con castigos físicos sino con terapia psicológica, y es enemiga de la estética y la salud, aseguran especialistas.

El comerse las uñas es considerado un hábito patológico que incluye negativamente en la estética de las manos, boca y dientes.

La palabra onicofagia viene del griego “onyx” que significa uña y “phagein” igual a comer, definiéndose como una costumbre de comerse o roerse las uñas con los dientes, provocando heridas en los dedos, labios y encías, así como el desarrollo de diferentes infecciones.

AUTOAGRESIÓN

El comerse las uñas es adquirido desde el vientre cuando la madre atraviesa un embarazo con muchos problemas emocionales o bien puede ser adquirido al seguir el ejemplo de algún familiar o amigos.

El hábito de comerse las uñas persiste hasta la edad adulta, lo que puede ser parte de diferentes manifestaciones como: insomnio, depresión, dificultad en las relaciones sexuales, aislamiento, trastornos de alimentación, etc.

Detrás de todo estos indicios hay un problema de fondo que no ha sido tratado y está creando desestabilidad y autoagresión en las personas”

CASTIGO FÍSICO NO ES LA SOLUCIÓN

Como todo hábito, el comerse las uñas no es una actitud que se controla fácilmente, ni es eliminada a través de castigo físico.

Hay gente que acostumbra hacer muchas cosas como ponerle chile en los dedos, guantes y calcetines para que dejen de llevarse los dedos a la boca, pero eso no ayuda en nada.

Aunque la onicofagia ha sido vista más como un problema estético, hay que poner mucha atención a dicho hábito, porque detrás de eso hay un mal que aqueja al infante que lo padece.

En el caso de los adultos también come uñas, sienten aversión antiestética de sus manos y en repetidas ocasiones intentan abandonar el vicio sin lograrlo, acudiendo a terapias con unturas amargas y ansiolíticos.
La onicofagia se trata investigando su origen, comerse las uñas es una manifestación de ansiedad, rabia, estrés o cualquier situación que esté incomodando al individuo y que la tiene reprimida”.

COMPLICACIONES

Una de las patologías más frecuentes son los parásitos llamados “oxiuros”, que es un tipo de gusano que puede entrar en el cuerpo. Éstos viven en nuestros intestinos y comen los mismos alimentos nutritivos que el ser humano come.

Usualmente se pasa de niño a niño y los huevos pueden ser recogidos en las uñas, las que entran al cuerpo al llevarse las manos a la boca.

Otro de los problemas son los microtraumatismo que el mordisqueo ocasiona en las mucosas labiales, haciendo que patologías infecciosas como herpes y labios cortados sea más constantes.

Además la reiterada manía ocasiona desgaste y astillamiento prematuro en los incisivos centrales superiores, dientes de enorme repercusión en la buena apariencia de la sonrisa.

MUCHOS COME UÑAS

Cerca del 45 por ciento de los niños durante la pubertad, alrededor del 25 por ciento de los universitarios y más o menos el 10 por ciento de las adultos mayores de 35 años se comen las uñas.


Fuente: La Prensa.com

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